Vida en un Cabaret.

Escribir una historia de esas para no olvidar resulta bien difícil, por eso preferí escribir algunas cosas sin sentido para esta foto... Para que un poema se encargue de retratar la imagen que solo con seda viste el tiempo hace falta mirar a las ventanas del alma. Hecha imagen la memoria, la carne que muestra el olor y el fluido del cigarro, el amargo sabor de los sueños y los constantes aplausos del público. Desnuda el cuerpo y el alma; Desnuda la mente y viste los sentidos con la gloria de tu momento. Una inmensa ciudad como testigo, una época cualquiera para un testimonio, lugar de grandes anhelos donde los vestigios del deseo aumentan con los acordes de la guitarra y el soplido de una flauta. Ética y belleza, Sexo y glamour, el pudor salía de tus mejillas. Amabas tanto los gritos, los aplausos, su lenguaje y sus palabras, el publico ante ti, todos y todas eran tuyos… te enamorabas sin duda, pero no sabias si volver al presente o quedarte en tu pasado y someterte al oro que promete tu juventud y terminar tu acto, estabas dispuesta a sufrir del rigor de los ojos del mejor cabaret: La Vida.